¿Cómo le digo que no?

Hacía tiempo que no venía de este lado para dejar salir de mis dedos las emociones escritas en números binarios, interpretados por este mecanismo electrónico que los transforma en lenguaje humano, en emociones escritas.

Qué difícil ha sido el día de ayer, un día que muy a mi pesar se mezcló con mi pasado, mi presente y mi futuro; que sin duda chocó directamente con mi gusto, mi pasión, mis ganas, mis fuerzas, con lo que quiero y deseo.

¿Cómo le digo que no, a trece años que se han sido parte de mi alma?, aún no puedo ni interpretar esa sensación de odio y coraje que me cargo, es como si una flecha me atravesara directamente las entrañas, muy cerca del corazón, donde se une mi gusto y mi pasión. Sí, me siento herido, muy herido, pero no de muerte, pero lo admito y lo admito desde lo más profundo de mi alma, ME DUELE, me duele aceptarlo.

Cómo le digo que no a esa parte interna que vive en mi, a la que llamo pasión y gusto, cómo le digo que no, que ya no podré, que no podré más, dime maldita suerte bastarda, dime: ¿cómo le digo que no?. Qué momento más incomodo, lo sé, me pega rotundamente en las ganas, en aquello que llevo haciendo durante 13 años, jugar al Dance Dance Revolution.

Tengo esperanza que esto se solucionará, que de menos encontraré un espacio de fé que me dará un enorme empujón. Lo más importante ahora, es ir de frente tal como me lo dijo: «tienes que estar bien para tí, para tu mamá y para mí…», yo sólo diré que así será… aunque me duela, pero pasará.

ORLANDO OSNAYA

Deja un comentario

Archivado bajo Sin categoría

Deja un comentario